viernes, 2 de diciembre de 2016

Durante 36 años, la Dra. Judith M. LeBlanc se ha dedicado a apoyar y ayudar a crear la visión del CASP



La Dra. Mayo, a cargo de una escuela en proceso de crecimiento y ante la necesidad de mejorar; y después de haber leído toda la bibliografía sobre análisis conductual, se vio obligada a buscar orientación de los mismos profesionales cuyas obras había leído. Su objetivo: convencer a un profesional con experiencia en el campo académico para que venga al Perú, comprenda sus objetivos, y les aconseje sobre cómo avanzar. Su búsqueda la llevó a la Dra. Judith M. LeBlanc de la Universidad de Kansas (KU), quien aceptó viajar al Perú.

Ella estaba impresionada por lo que había visto durante su primera visita en 1981 y vio la oportunidad de poner a prueba sus ideas de cómo las personas aprenden. Así comenzó una larga y productiva relación entre la Dra. Mayo y la Dra. LeBlanc, y entre la Universidad de Kansas y CASP. Durante los siguientes 35 años, la Dra. LeBlanc regresó al Perú y ayudó a CASP a desarrollar un currículo único centrado en las habilidades funcionales y naturales diseñadas para preparar a los estudiantes para su inclusión en la vida. Con el mantra de "independiente, productivo y feliz", ella ha influido en el personal del CASP para que se concentren en las habilidades de los estudiantes y sus padres en vez de centrarse en la discapacidad.

"Una de las cosas que observamos en Judy fue la humildad con que nos enseñaba, y el respecto a nuestra cultura ", agrega la Dra. Mayo. Desde el principio, la Dra. LeBlanc alentó al equipo CASP a pensar críticamente, a tratar a los estudiantes como a ellos les gustaría ser tratados, y a tener una visión de largo plazo. La relación entre CASP y la Dra. LeBlanc ha hecho del CASP lo que es hoy y es, un testimonio verdadero del poder de la colaboración y de la belleza que surge cuando uno da de sí mismo a los demás.